Carta de Engracia Vidal á Comisión para a Doutrina da Fe

Hace unos días hemos conocido su «censura» a Andrés Torres Queiruga. Y alegan vds. que muchas personas les escriben exponiendo su desconcierto ante algunas de sus explicaciones teológicas que no encajan con lo que habían aprendido.

No dudo de que sea cierto. Hay personas que siguen expresando su fe como en la 1ª comunión. Otras han evolucionado en sus conocimientos pero sin apartarse de la «letra» en que lo aprendieron. Sin duda encuentran a Dios, porque es infinitamente comprensivo.

Pero seguramente que les falta a vds. información de cómo vivimos la fe, hoy, muchas otras personas que profundizamos precisamente en la teología de Torres Queiruga. Y que lejos de desconcertarnos o crearnos dudas, nos ha confirmado en intuiciones. Nos ha dado paz. Nos ha hecho vivir de una manera adulta y racional principios que expresados en lenguaje tradicional traicionan nuestro pensamiento y nuestro sentido común. También dado por Dios.

Por poner algún ejemplo: la oración de petición. La he necesitado. La he hecho muchos años. La reflexioné con los razonamientos del momento: si te conviene, no te conviene, no has pedido bien, te ha faltado confianza, Dios lo quiere así, cuando no lo ha hecho por algo sería, Dios te quiere probar, siempre por mi bien, no faltaba más…

Pero esto llega un momento que no lo digerimos, y sin perder nada de la fe en Dios nos va alejando de su práctica. (Aún cuando ha habido personas que sí han perdido la fe por esta praxis mal entendida…)

La experiencia de acercarnos a Dios en la indigencia, en el dolor, en los múltiples problemas de toda vida, graves o leves, pero sin la necesidad de la petición, es una ayuda enorme. ¿Cómo lo hago? Pues muy sencillamente: en clima de encuentro, de oración, de presencia de El en mí y en los otros y en la vida…Segura de que El está conmigo ayudándome o ayudándole a otro a superar la situación. ¿Es que algún creyente, algún obispo, algún papa, me puede decir que hago mal, que eso no es confiar ni tener fe? Pues esto es lo que me ha enseñado Andrés en este tema. Y he visto muy de cerca a personas que han vivido así la muerte de un marido o un hijo. ¿¿Eso está mal? El orar dando gracias, alabando, solidarizándote con la humanidad…¿no es oración y buena? ¿Se puede decir que Andrés se aparta de la doctrina de la Iglesia porque impulse estas formas más que la petición? Que, por otra parte, no la condena. Creo que nos impulsa a purificarla pero nunca le he oído condenarla.

Prefiero quedarme en lo positivo y no criticar otras actitudes que dan lugar a abusos y que vivimos todos los días en determinados santuarios…y no los he visto «advertidos» por esa comisión.

2º la resurrección: No me puedo ni imaginar cómo se puede creer en la resurrección, tratando de interpretar los textos que citan. Tal como a mí me la han explicado siempre, me ha provocado la sensación de que Jesús salió del sepulcro vivo en cuerpo y espíritu, dejando, claro, el sepulcro vacío… que unas veces comía y bebía como un ser humano terrestre y otras atravesaba las puertas como si no tuviese cuerpo, y ascendía al cielo volando por su propio impulso…la verdad es que hasta los años sesenta…no me planteé entenderlo ni dudarlo…pero a partir de ahí, pobre de mí si no tuviese otros conocimientos teológicos y no supiese de lenguajes y de mitos y de símbolos…sería hoy como tantas personas que niegan este hecho. Las explicaciones de Torres Queiruga no me han hecho dudar, me han hecho creer más y mejor. Esa resurrección (la de las 500…pxs. de su libro ) está dentro de una lógica misteriosa, divina, pero lógica. Y pienso que esa es la fe de la Iglesia aunque en otros tiempos se haya expresado con otro lenguaje. Ahí me adhiero. Creo en la resurrección de Jesús y confío en la mía.

No les quiero cansar con los otros cinco puntos, aunque me encantaría hablar de la creación por amor. Pero creo que con esto basta para decirles, según mi criterio, no episcopal pero sí creyente, que la ortodoxia de Torres Queiruga es tan auténtica como puede ser la de vds. Pero él mira el presente y el futuro y no solo las expresiones tradicionales que el Catecismo no ha podido o no ha querido actualizar. Y así se nos cae de las manos, a mí, que tengo muchos años y no digamos a la juventud que ya ni intenta asimilarlo.

Este escrito no es de protesta, aunque sí he protestado y firmado otros. Aquí tengo solo la intención de compartir mi experiencia e intentar colaborar en la tarea de darles a vds. la paz que parece le quitan las personas que les comunican sus sospechas sobre la ortodoxia de Torres Queiruga. Me van a decir que se limitan a definir «la verdad que proclama la Iglesia», pero las formas de expresar esa verdad no pueden estar limitadas a determinados textos expresados por determinados hombres en determinados momentos.

Como les dije soy mayor (voy a cumplir 82) y sé que no puedo tener lejos mi encuentro definitivo con la VERDAD, espero que este encuentro confirme mis expectativas de un Dios bueno e infinitamente perdonador y comprensivo, que me creó por amor y por amor me hará feliz con El en su eternidad. Me da lo mismo lo que pase con mi cuerpo y lo que hagan con mis cenizas… Aceptar nuestra limitación y buscar argumentos que nos ayuden a creer y a vivir en cristiano, creo que ha sido una constante en mi vida y me parece mucho más importante que interpretar a la letra textos que superan una inteligencia normal del siglo XXI.

Atentamente,

Engracia Vidal

P.S.

Mi conocimiento de Torres Queiruga viene de 1970. Con él participo en un grupo de reflexión teológica, de unas treinta y tanta personas, de distintas edades, estados, y profesiones que llevamos 42 años reuniéndonos quincenalmente y que como grupo vivo se renueva anualmente con entradas y salidas por diferentes motivos. Mi permanencia me ha dado ocasión de observar las distintas reacciones, y evoluciones. Por lo que creo que mi testimonio tiene mucho más alcance que el individual. En el grupo también podemos comprobar el talante de Andrés como persona y como creyente. Su compromiso con la Iglesia y la Teología, así con mayúscula, su obsesión por no romper nunca la comunión. Su ingente trabajo en la causa de la Fe. En fin, nos parece que no merece en absoluto esta «reprimenda» que sin condenar siembra desconfianza y aumenta los fanatismos y agresividad de muchos que sí hacen daño a la Iglesia, aunque queramos confiar en su buena fe.

Fonte: http://www.periodistadigital.com/religion/opinion/2012/04/19/torres-queiruga-no-me-ha-hecho-dudar-sino-creer-mejor-carta-abierta-iglesia-religion.shtml

Un comentario

  1. Estimada Engracia:

    ¿Por casualidad ese grupo de reflexión en el que participas es la Comunidade do Home Novo? Llevo tiempo intentando tener algún contacto pero ya no están en las direcciones suyas que se muestran en internet ni he encontrado rastro de una página web, un nº de teléfono o un correo electrónico, de manera que no se si el grupo de ha extinguido. Si eres participante de ese grupo o sabes como contactarlo te agradecería que me facilitaras algún modo de contacto.

    Paz bien.

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