A semana pasada presentabamos o blog de javier Baeza, sacerdote da parroquia de "San Carlos de Borromeo" no barrio madrileño de Entrevías. Hoxe publicamos este artigo-reflexión co título de "Detestable fin de mes".
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"Detestable fin de mes"
Según pasan los meses me desesperan más los comienzos de los mismos.
Entre el día 28 y 3 del siguiente, comienzan a florar necesidades económicas por mis alrededores que no hacen sino crearnos angustia y desolación ante tanta lógica petición y tan poquitos recursos como tenemos.
Empezando por los de casa donde las cifras de bonotransportes se disparan, pasando por los cercanos a quienes estamos pagando habitaciones en piso compartido, siguiendo por los que están presos y necesitan peculio, y acabando por una gran cantidad de familias a quienes los recibos corrientes de luz, agua y gas -en el mejor de lo casos- abruman considerablemente.
Lo más angustioso de los inicios de mes son los niños. Se acercan montón de familias con los chiquillos demandando leche, y galletas y colacao. Pequeños que tienen todo un horizonte de vida y a quienes, muy bebés, ya les cuesta sobrevivir en condiciones de pobreza aguda.
Claro, en medio de esta gran crisis, donde los banqueros ladrones han decidido convertirse en víctimas de la misma, estas "crisis cotidianas" de andar por casa -heredadas muchas veces-, deben ser tan poca cosa para los sesudos analistas políticos que ahí nos vemos, removiendo Roma con Santiago, haciendo equilibrios económicos con el fin de poder solventar estas necesidades tan urgentes en medio de unas gentes tan precarias.
Lo que es seguro es la ineficacia de soluciones reales si atendemos más los discursos políticos que la catástrofe que se cierne sobre muchos de nuestros vecinos. Los discursistas siguen apostando por soluciones inexplicables, como darles montón de dinero a los ricos para que sigan satisfaciendo su voraz egoísmo. Pero nosotros, que tenemos poco tiempo que perder en inentendibles discursos, seguimos apostando como solución eficaz y transformadora por la solidaridad.
Esta, la solidaridad de unos para con otros, será realmente la única vía de atemperar efectos calamitosos de la actual crisis y, a la vez, nos permitirá vincularnos unos con otros para hacer frente a aquellos empeñados en comenzar la casa por el tejado. Esto es, llenar los bolsillos de los ricos con dinero público antes que atender la vida de los obreros y pobres para que, como verdadero motor social, se vuelva a construir un sistema socio económico más preocupado de lo humano que de los mercados.
Bueno, lo dejo por hoy, que me piden un C2 y tengo que buscar 83`50€.