«¿Banca Cívica es Banca Ética? No, que no te engañen! 10 diferencias fundamentales» baixo este título explican neste artigo as diferenzas entre a banca tradicional e a banca ética, que a nosa comunidade vive tan de cerca a través de Fiare GZ.
Limpia, ética, cívica y hasta sinfónica… ¿Tanto adjetivo en la banca y las finanzas te tienen confundido? ¿Entre tanta campaña publicitaria ya no distingues el grano de la paja? Tranquilo, despeja tus dudas “jugando” con SETEM a encontrar las 10 diferencias:
Frente a la BANCA CÍVICA…
Su responsabilidad con la sociedad se limita a su Obra Social.
Su objetivo estratégico empresarial es únicamente obtener beneficios.
Estos beneficios se reinvierten para obtener más beneficios sin importar las empresas en las que se invierte ni sus objetivos (de ahí que nada evitaría que parte de su inversión pueda estar ligada a negocios como el armamentísticos, que dañen el medioambiente, etc).
Del total de sus beneficios sólo reinvierte una parte en la Obra Social.
Los clientes sólo reciben información general sobre el fin de los créditos y de las inversiones del banco.
Los clientes son los encargados de decidir a qué proyectos de la Obras Social se destina el dinero, dependiendo de afinidades o intereses.
Participa en el mercado de valores, por lo que su estabilidad es fluctuante según el mercado.
Cuando colaboran con una asociación, sugieren que sus comerciales se acerquen por la organización. Es decir, el concepto de Banca Cívica es una herramienta comercial más.
Como toda la banca tradicional, en estos momentos requiere de apoyo económico de otras instituciones (el Gobierno, entre otros) y debido a sus prácticas, está inmersa en una situación de duda sobre su capacidad crediticia y financiera.
La Banca Cívica tiene estrategias comerciales que incluyen regalos, ofertas de crédito e interés agresivas, etc.
… la BANCA ÉTICA
Todas sus acciones están orientadas a ser responsables con la sociedad.
Su objetivo estratégico empresarial es obtener beneficios, pero también aportarlos para ayudar a crear una sociedad sostenible.
Estos beneficios se reinvierten (y se obtienen) en/de empresas o entidades cuyos proyectos garantizan un avance en el desarrollo sostenible, la justicia social, la equidad, el comercio justo…
El total de los beneficios (a excepción de los gastos de gestión) se reinvierten en entornos socialmente responsables.
Los clientes reciben información puntual y detallada de cada uno de los créditos que se conceden y pueden optar también a ellos si presentan un proyecto que responda a los criterios de la entidad.
Los proyectos seleccionados para recibir la inversión han sido analizados y son confiables.
No participa en el mercado de valores, por lo que sus fondos son más estables.
La Banca Ética no sugiere intercambios comerciales con las organizaciones a las que apoya. Simplemente le reclama un cumplimiento estricto del proyecto siguiendo las pautas que se hayan establecido.
A diferencia de la banca tradicional, la Banca Ética se encuentra en un periodo de crecimiento y está apostando por la ampliación de capitales, para continuar extendiéndose.
La Banca Ética no regala nada ni propone ofertas comerciales con intereses por encima de la realidad del mercado.
¡No más confusiones, que no te vuelvan loco/a! Y si quieres más información visita también: http://www.finanzaseticas.org
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