No mes de agosto, Laura compañeira da comunidade, pasou parte das súas vacacións en Bolivia cooperando cunha ONG «Proyecto Solidario». Co rico intercambio desas semanas Laura e os compañeiros que a acompañaron na viaxe elaboraron unha presentación en forma de diario coral, do que recomendamos a súa lectura. O podedes descargar neste enlace: www.compartiendorealidades.org/docs/Memoria_JJCC-B-2010.pdf
Para facer boca os achegamos unha reflexión que Laura nos achegou sobre esa viaxe:
Hay una película de hace unos años cuya temática nada tiene que ver con la experiencia que voy a narrar; sin embargo, su título sí es apropiado: “Abre los ojos”
La vida va discurriendo por distintas etapas, que evolucionan de diferente manera dependiendo de los actores y actrices que aparezcan en el camino de cada uno.
De pequeña, llegan a tus oídos cosas como que “hay que comérselo todo, porque hay quienes no tienen para llevarse a la boca” o “hay que aprovechar al máximo el cole, porque hay niños y niñas que no pueden ir”…
Esas verdades, incuestionables a temprana edad, empiezan a serlo en la adolescencia, la etapa de rebelión por excelencia, contra tu entorno, pero también contra el mundo que nos ha tocado vivir.
Y comienzan las preguntas.
¿Es verdad que el 20% de la población mundial consume el 80% de los recursos?
¿Es verdad que 1000 millones de personas viven con menos de 1 euro al día?
¿Es verdad…?
Y cuando, desgraciadamente, las respuestas son afirmativas, inmediatamente vienen los porqués, la búsqueda de causas y, también, la búsqueda de soluciones.
Y con tu máxima capacidad de rebelión a flor de piel te dicen todo lo que está en tu mano: formarse e informarse, manifestarse contra las injusticias, denunciar, actuar en tu entorno y dinamizarlo, encerrarse en organismos públicos como modo de protesta, formar cadenas humanas…
Y entonces una llega a la edad adulta, a su día a día, las responsabilidades, el trabajo, la familia, las prisas, el estrés, los compromisos sociales…Y cuando comienza a pensar que quizás el orden establecido es inamovible y su capacidad de lucha social está llegando a mínimos históricos…llega el programa Jóvenes Cooperantes, como una bocanada de aire fresco que te da en la cara y te susurra “…Abre los ojos…”
Porque te da la posibilidad de conocer múltiples experiencias y actividades que se llevan a cabo en los países del Sur, por personas anónimas llenas de optimismo y ganas de trabajar, que cada día mejoran la vida de miles de personas, no sólo a nivel de recursos, sino, lo que es más importante, a nivel de derechos.
Grupos de jóvenes dinamizadores, locutores de radio, artistas de circo, actores y actrices, escuelas innovadoras, asociaciones que luchan para que los niños y adolescentes que no tienen otro remedio que trabajar, lo hagan en óptimas condiciones, organizaciones que capacitan laboralmente y educan personas rebosantes de creatividad, líderes sociales que trabajan para que “esperanza” vuelva a pertenecer al vocabulario de adolescentes que estaban en el lugar inoportuno en el momento inapropiado…
Y de repente te das cuenta de que no todo está perdido, que aquí, en el llamado “primer mundo” tenemos mucho que aprender de esta otra parte del planeta donde su capacidad de movilización no duerme bajo un sofá último modelo y que por fin es capaz de sacarnos de la apatía diaria y contagiarnos su entusiasmo inherente a la vida.
Y cuando, después de un mes, todo termina, en realidad, no ha hecho nada más que empezar, porque de nuevo tienes más ganas que nunca de gritar, cuanto más alto mejor, “Otro mundo es posible”.