Reunidos en asamblea anual en São Félix do Araguaia (MT), en julio, misioneros y misioneras del Cimi (Consejo Indígena Misionero), Regional Mato Grosso, vinculado al CNBB, reflexionaron sobre la problemática de los territorios indígenas invadidos por terratenientes y latifundistas o incluso sin demarcar todavía.
La situación de la tierra de los xavante de marãiwatsédé es sintomática. A pesar de que regresaron a su territorio tradicional en el 2004, después de estar nueve meses acampados en la orilla de la BR 158, siguen impedidos de tomar posesión efectiva de su tierra, la cual continúa invadida por grandes hacendados y unos pocos pequeños productores rurales, lo que demuestra un flagrante irrespeto a los derechos asegurados en la Constitución Federal, que les garantiza el usufructo exclusivo de aquella área.
Desde entonces los Xavante de marãiwatsédé vienen sufriendo constantes agresiones e incluso atentados físicos. En junio se agravó la amenaza debido a la ley aprobada por la Asamblea Legislativo de Mato Grosso y sancionada por el gobernador. Dicha ley propone la permuta del territorio tradicional indígena por el Parque Estatal del Araguaia, a donde serían llevados los Xavante en caso de que aceptaran la propuesta.
Pero el cambiar a un pueblo indígena de su tierra original equivale a arrancar a un niño de su familia e imponerle otra. Ese intento del gobierno de Mato Grosso está claramente orientado a favorecer el agronegocio, principal beneficiario de la invasión de aquellas tierras. El pueblo Xavante rechazó la propuesta, considerada inconstitucional e indigna.
Pequeñas centrales hidroeléctricas (PCHs) y complejos hidroeléctricos (UEH) están siendo implantados en varios ríos de la región, como sucede en la cuenca del Juruena. Allí han sido instaladas diversas PCHs, de entre las más de cincuenta proyectadas.
El efecto acumulativo de esos complejos provocará grandes transformaciones ambientales, interfiriendo drásticamente en la vida de los pueblos que dependen de dichos ríos. Serán afectados, sobre todo, los Rikbaktsa, los Enawené-nawé, los Nambikwara y los Myky.
La implantación de esos proyectos conculca también la Constitución, pues no se dieron ni las consultas indicadas en el artículo 231, 3°, ni la consulta libre e informada, de acuerdo con la Convención 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo).
Se trata de una violación de los derechos indígenas, llevada a cabo en favor de intereses políticos y económicos, a pesar de las protestas y manifestaciones contrarias llevada a cabo por los diferentes pueblos de la región noroeste del Mato Grosso.
Los pueblos indígenas tienen una relación amorosa con la Madre Tierra, que se contrapone a la explotación mercantilista de los recursos naturales. Cada pueblo disfruta esa relación en proyectos de vida en que los valores de la convivencia y del compartir concretizan la propuesta del Bien Vivir. La vida se vive en dimensiones no acumulativas, donde la gratuidad es celebrada en ritos, en fiestas, en el trabajo, en la vida en comunidad y el trabajar juntos.
Ese modo de vida no agrede a la naturaleza; al contrario, considera al ser humano como parte de ella. Éste es un camino viable, no sólo para los pueblos indígenas sino también para la sociedad entera, desde que asume seriamente el proyecto de desarrollo sustentable.
Ante los grandes problemas a los que ha llegado la humanidad debido a la forma devastadora como destruye su propia casa, la Tierra, es necesario reaprender con los pueblos indígenas que la vida tiene como objetivo central la felicidad humana en su dimensión comunitaria. Eso sólo se alcanza si el compartir prevalece sobre la acumulación, el derecho colectivo sobre el individual, el amor sobre el egoísmo, la vida de todos sobre la ganancia de unos pocos.
Los pueblos indígenas son nuestros ancestros. Investigaciones genéticas demuestran que nosotros, los brasileños, heredamos de ellos más genes que de los negros africanos esclavizados en nuestro país durante el período colonial. Frente al neorracismo en ascenso en Europa, nuestra mixcigeneración es una riqueza que debe ser preservada.
[Traducción de J.L.Burguet]
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