A crise alimentaria, suma e segue

Estes días a crise alimentaria que está a padecer o pobo de Somalia é nova na maioría dos medios occidentais, repetindo cada certo tempo esas terribles imaxes de nenos co estómago hinchado. A propósito desta nova crise no blog otromundoesposible.com reflexionan deste xeito:

«Cuando leo este tipo de noticias “la crisis alimentaria lleva a 44 millones de personas a la pobreza en apenas medio año“, comparto los mismos sentimientos que Vicente Romero; entro en fase ‘D’. Esa que se define en decepcionado, desilusionado… Efectivamente querido Romero, “no era esto lo que soñabamos”. 44 millones de personas en el último medio año, se suman a los más de 1.400 millones de seres humanos que pasan hambre.

Dicen que esta realidad es fruto de la demanda… pero es una falacia. La ONU ya señaló, hace algunos años, que se estaba produciendo un cambio en la naturaleza del hambre configurándose un nuevo rostro. Ya no era un problema de disponibilidad “sino de accesibilidad y afecta especialmente a la población que depende de los mercados“. Es decir, que la causa del hambre rara vez se debe a la escasez de alimentos sino más bien a una disminución del poder adquisitivo. Ahora, culpan al aumento de la demanda en países como China, India y, “emergentes asiáticos”; a las malas cosechas de 2010 -debido a la crisis climática- y a  la envídia de algunos Gobiernos (?) alentando la especulación.

Mienten. En ninguna de las cumbres celebradas, sabiendo que esto iba a pasar, se concreto nada, tan sólo humo y declaraciones. Se lavaron las manos. Por eso hay responsables, exiten,y cabe preguntarles ¿por qué millones de personas morirán de hambre? ¿En que lugar de la familia humana queda esta gente?

Esa misma ONU señaló que los responsables de la crisis alimentaria tiene que ver con la puesta en escena de una  “política aberrante” por parte del FMI, así como la desmesura del capital especulativo, ese fundamentalismo económico que mata en el mundo a muchas más personas que cualquier otro. Ha sido la avaricia y la insolidaridad la que provoca que millones de personas no puedan acceder a necesidades básicas.

Sigo esperando respuestas que pueda comprender.»