Marieta Manso neste pequeno texto presenta a exclusión á que a sociedade condena ás persoas sen teito.
Los Sintecho no huelen a sucio, no huelen a sudor reconcentrado, a meado, no a ropa de días sin lavar, no a vino de tretra brik.
Huelen a recoveco de las escaleras que dan a un aparcamiento subterráneo, al soportal de un bar que cerró hace años, a las rejillas de ventilación del metro por donde sube el calor en invierno, a salita de cajero automático.
Huelen a enfermedad del cuerpo, de la cabeza, huelen a exclusión.
Huelen a olvido.
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