O domingo 6 de xaneiro o grupo IMÁN xunto á nosa comunidade convocabamos un acto nas portas do concello para solicitar:
"Que se inicie o realoxo das persoas sen teito, preferentemente as máis vulnerables e enfermas e se nos permita intervir no primeiro pleno da corporación municipal no que sexa posibel onde dexesamos expor a situación e posibles solucións para os realoxamentos."
Ademais de esixir que se contrúa dunha vez un albergue público para as persoas sen teito da nosa cidade.
Logo da concentración onde deuse lectura ao manifesto once persoas quedaron a durmir no mesmo lugar como xeito de denuncia. Na noite non faltaron as reflexións, o bo humor, alimentos varios e a choiva… Para rematar a noite ás 7.00 da mañá fomos lavarnos á fonte da Falperra.
Podedes ler máis no: Faro de Vigo e nas novas que aparecen na Voz de Galicia e a do martes.
Na editorial do Atlántico do martes 9 de xaneiro de 2008 podemos ler:
Albergue municipal
Dos colectivos minoritarios pero con una amplia trayectoria en actividades a favor de los más necesitados pernoctaban estas noches al sereno para solicitar la construcción de un albergue de titularidad municipal en el que dar asilo a la cada vez más crecida población de personas sin hogar que sobrevive en una gran ciudad como es el Vigo del siglo XXI. Treinta comprometidos ciudadanos pertenecientes a las asociaciones “Cristo da Victoria” e “Imán” quisieron probar en sus propias carnes la dureza de una vida al raso, finalizando su protesta con la entrega de firmas en las dependencias municipales, justamente coincidiendo con el anuncio efectuado al alimón por la Xunta y el Concello del futuro establecimiento en Vigo de una oficina de atención al emigrante cuyo contenido es aún dudoso y cuyas competencias pudieran invadir las que la Administración General del Estado posee en la materia y que incluyen la tramitación de todo el papeleo que se deriva de la situación de estos colectivos.
Vigo, con una población real muy superior a los 295.000 habitantes que pregonan los padrones oficiales, no cuenta a día de hoy con un verdadero albergue de titularidad pública para asistir a aquellos que duermen en sus calles, y esa necesidad evidente es la que, precisamente, se encargan de recordar con sus actividades ambas asociaciones. Se trata de una petición muy razonable que implica además un alto grado de solidaridad. La instalación de un establecimiento de esta naturaleza es absolutamente imprescindible, con independencia de la cantidad de personas sin techo que se avinieran a utilizarlo, pues es cierto que muchos de los que padecen estas condiciones de existencia tan precarias son reacios a acatar estas soluciones asistenciales. Por tanto, la pregunta que habría que formularse al amparo de este panorama es si no resultaría más eficaz y sensato que, en lugar de promover una oficina de tramitación de extranjería de la que ya se ocupa el Gobierno central, Xunta y Concello aplicaran esos más de ochenta mil euros en atender las demandas que parten de “Imán” y “Cristo da Victoria”. Un albergue para indigentes que hace mucha falta.