Como anunciaramos hai algúns días, contamos xa na nosa parroquia, grazas as xestións de José Luis, compañeiro da comunidade e membro de Entreculturas, coa exposición Somos migrantes, instalada no interior da Igrexa, e que estará con nós como mínimo ata finais de novembro.
A exposición céntrase nas fronteiras que están a dividir o mundo en dous, cada vez con máis violencia e brutalidade: a fronteira entre México e EEUU e a fronteira entre España (Europa) e África (e a realidade das refuxiadas e refuxiados). As imaxes, impactantes, revelan un mundo cada vez máis fragmentado, máis roto, onde abrolla por doquier a indiferencia -cando non o odio- hacia quen ten menos recursos e busca unha vida mellor.
As persoas comprometidas coa xustiza e os dereitos humanos, e en particular as cristiás e cristianos que queremos ser coherentes coa nosa fe, non podemos mirar cara outro lado. Porque Xesús de Nazaret non nos deixou esa opción. As súas palabras foron claras e non admiten ambigüidades: “Porque fun forasteiro, e me acollestes».
Reproducimos a continuación algunhas frases da páxina web desta impactante exposición que dan boa conta do seu contido:
“Somos Migrantes está promovida por tres instituciones que desarrollamos proyectos de desarrollo y justicia social y que trabajamos para generar una cultura de solidaridad y acogida: Entreculturas , El Servicio Jesuita a Migrantes – México y El Servicio Jesuita a Migrantes-España.
Más de un millón de personas mexicanas y más de 300.000 centroamericanas intentan cruzar la frontera entre México y EEUU cada año. Sólo el 15 % lo consigue. La falta de oportunidades laborales en sus países, la situación de pobreza en la que se encuentran y la gran dificultad para salir de ella, les llevan a iniciar el viaje hacia el Norte.
La valla fronteriza de Melilla, conocida como el “muro de la muerte” de la llamada “Frontera Sur”, tiene seis metros de altura y está rematada con cuchillas afiladas. A pesar de ello, miles de personas intentan cruzarla cada año. La mayoría son jóvenes que viajan hacia el sueño europeo huyendo del hambre y los graves conflictos que asolan sus países de origen.
Son muchas las personas que pierden su vida en este intento. En el mundo son más de 40.000 las personas que, desde el año 2000, han perdido su vida y, sólo en 2016, más de 4.700 personas han muerto al intentar llegar hasta Europa por el Mediterráneo, la vía más peligrosa.
A través de estas fotografías conoceremos cómo viven estas personas durante este largo viaje y formaremos parte de su difícil realidad. Te invitamos a ser parte de su viaje, a recordar que la migración está y ha estado presente en la vida de cada uno de nosotros y a defender que la libertad para salir de cualquier país es un derecho fundamental de todas las personas. A no olvidar que todas las personas SOMOS MIGRANTES”.