Esta surgiendo un clima cultural donde las personas se van acostumbrando a vivir sin certezas ni seguridades. Cada uno sigue su camino de forma solitaria o cruzándose con otros caminantes dentro de un laberinto que nadie conoce bien y que tiene su mejor simbolo en las redes de internet. Mientras tanto la voz de los profetas y de los pensadores queda absorbida en el ruido y la confusión. Hablar de Dios es como hablar de «nada». En esta atmósfera pretende hoy hacer oir su voz Jesús. (Pagola)