Os pasados días a loita da Plataforma de Afectados pola Hipoteca estivo moi presente nos grandes medios de comunicación a raíz de: admisión a trámite da ILP a favor da dación no pago, das declaracións dunha das súas representantes -Ada Colau- e tamén das manifestacións desta pasada fin de semana.
Foron, en definitiva, varias novas que nos din que os movementos sociais e a súa presión poden modificar políticas e prácticas que semellaban inamobibles.
Para facernos unha idea da dor que provoca as situacións que levaron á rúa a miles de persoas achegamos un texto de Marieta Manso:
Eran las 6:42 y pensó que, a pesar de no haber pegado ojo en toda la noche, no sentía el típico dolor de cabeza que le comenzaba desde la nuca siempre que dormía menos de 6 horas. Se dirigió a la cocina y, como si fuese un día más, se preparó un café soluble. Como en la cocina ya no estaban los dos pequeños taburetes se fue a la ventana del salón, la única de la casa que daba a la fachada donde estaba la puerta de entrada al edificio, y comenzó a beberlo en pequeños sorbos mientras miraba hacia fuera. Se sentía tranquila aunque profundamente cansada, y pensó que lo mejor era mantener la mente entretenida con cualquier pensamiento poco trascendente. A las 7:30 sonó el despertador, a la misma hora de todos los días. Era jueves. Se apartó de la ventana para ir a apagarlo y volvió al mismo lugar. Comenzó a ver cómo por el portal salían algunas personas, una mujer con un niño pequeño, que creyó recordar que vivía dos pisos por debajo del suyo y tres o cuatro personas más. Todos parecían tener prisa. Sintió un pequeño dolor en el estómago, pero decidió no mirar el reloj. A las 9:01 vio como tres personas se acercaban al portal. A las 9:03 llamaron al telefonillo, dejó la taza en el suelo, ya sin café, y sintió que sus piernas se movían sin que ella les ordenase nada hacia la entrada. Descolgó y abrió sin preguntar. Con la misma cadencia de autómata volvió al salón, abrió la ventana y saltó. En la entrada había dejado una carta dirigida para el director del banco con el que firmó la hipoteca y otra para la jueza que dictaminó el día y la hora a la que iba a ser desahuciada.
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Fonte: http://www.letra.org/spip/spip.php?article5099