Neste pequeno texto que leva por título «Episodio con un obrero polaco» Marieta Manso retrata unha realidade que por desgraza na nosa cidade non recibe a atención que se merece, que é a das persoas sen teito que aínda seguen sen contar cun albergue público.
«Episodio con un obrero polaco», Marieta Manso
Olía a vino desde antes de que estuviera a la distancia suficientemente cercana como para comenzar a hablarme.
“No puedo oler” dijo.
Miré su nariz, el tabique estaba claramente torcido. Hice una leve mueca con la boca y me quedé sentada en la misma posición en la que estaba.
“Pegaron con un palo a mi durmiendo en calle. Pero manos funcionan bien, arreglé esa maleta. Sólo faltaban dos tornillos y tirada en la basura”.
Me la enseñó orgulloso, con los dos tornillos nuevos colocados en la parte posterior, parece que lo único que no debía funcionar era el asa.
“¿Palomas no gustan macarrones? yo eché en el suelo para ellas y no comen”.
Miro hacia donde señala, en el suelo hay un montón de espaguetis tirados y las palomas revolotean por otras partes de la plaza, pero parecen ignorar los espaguetis. Yo había visto como hace un rato sacaba esa comida del contenedor de basura de un restaurante y lo esparcía por el suelo.
“El lunes próxima semana tengo trabajo otra vez, me van a pagar 1800 euros”.
Le miro de nuevo. Pienso si hacerme cómplice de esa ilusión y felicitarle por ese trabajo que nunca volverá a tener.
Pienso en cómo el capitalismo consigue reajustar su máquina a costa de colocar a más personas en los márgenes, en los precipicios de la exclusión social, del alcoholismo, de la pobreza.
Al menos las palomas tendrán espaguetis para picotear cuando se aburran.
– – –